En el ámbito de la salud animal, es habitual encontrarse con términos que nunca habías escuchado, como medicamentos veterinarios y productos zoosanitarios. Aunque a simple vista parecen lo mismo, no lo son. Pertenecen a categorías distintas, cada una con funciones, regulaciones y usos específicos.
En Zoomedic te contamos todo lo que sabemos para que entiendas la diferencia entre medicamentos veterinarios y productos zoosanitarios, ya seas un profesional del sector o una persona que está al cuidado de animales.
¿Qué son los medicamentos veterinarios?
Los medicamentos veterinarios son productos que se usan para curar, prevenir o diagnosticar enfermedades en los animales. Están hechos con principios activos que actúan directamente en el organismo del animal (parecidos a los medicamentos humanos). Dentro de este grupo se encuentran los antibióticos, antiparasitarios internos, antiinflamatorios, vacunas y analgésicos.
Este tipo de medicamentos está muy regulado. Para usarlos se necesita una prescripción veterinaria y solamente pueden tomarlos bajo la revisión de un profesional. En países de la Unión Europea, su regulación está a cargo de organismos como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que establece criterios serios para su fabricación, distribución y control.
¿Qué son los productos zoosanitarios?
A diferencia de los medicamentos veterinarios, los productos zoosanitarios no actúan dentro del organismo del animal. No tienen nada que ver. Su función principal es mantener la higiene y la sanidad en el entorno donde habitan los animales. Se utilizan, por ejemplo, para desinfectar instalaciones, controlar plagas como garrapatas o moscas, y garantizar condiciones de bioseguridad adecuadas en explotaciones ganaderas, clínicas veterinarias o refugios.
Este tipo de productos no tiene efecto farmacológico y, por tanto, no hace falta receta para ellos. Son biocidas o productos de uso zootécnico, y están regulados por normativas específicas en materia de sanidad agroalimentaria. Es clave usarlos con moderación para evitar la propagación de enfermedades y que los animales estén a salvo.

Diferencias clave entre medicamentos veterinarios y productos zoosanitarios
Está claro que el objetivo general de los dos tipos de productos es proteger a los animales, pero sus diferencias son claras. En primer lugar, los medicamentos veterinarios actúan sobre el organismo animal, mientras que los productos zoosanitarios actúan sobre el entorno o sobre parásitos externos.
Además, la forma de adquisición y uso también varía bastante. Mientras que para obtener medicamentos se necesita receta veterinaria, para los productos zoosanitarios no se necesita ningún tipo de prescripción. Esta diferencia es por los riesgos de cada uno: un medicamento mal administrado puede generar resistencia antimicrobiana o dejar residuos en productos de origen animal, mientras que un producto zoosanitario mal usado puede comprometer la higiene del entorno, pero no afecta directamente al animal.
Otro aspecto diferenciador es la regulación. Los medicamentos veterinarios están bajo el control de agencias del medicamento, mientras que los productos zoosanitarios son supervisados por autoridades sanitarias con competencias en bioseguridad y sanidad ambiental.
Elige el adecuado según la necesidad
Para elegir entre un medicamento veterinario y un producto zoosanitario, es importante tener claro cuál es el problema que vas a tratar. Si el animal tiene síntomas de una enfermedad, lo adecuado es ir al veterinario y que le receten un medicamento. En cambio, si se trata de prevenir infestaciones externas, mantener la limpieza de las instalaciones es esencial y para ello, hay que utilizar productos zoosanitarios.
Por ejemplo, si el animal tiene una infección bacteriana, necesitará un antibiótico administrado bajo control veterinario. Pero si el objetivo es evitar la proliferación de moscas en un establo, bastará con un producto zoosanitario ambiental.
También es importante leer las instrucciones de cada producto, respetar las dosis y los tiempos de seguridad, especialmente en animales de producción. Un uso incorrecto puede tener consecuencias no solo para la salud animal, sino también para la salud pública y la sostenibilidad del sistema agroalimentario.
Como ya has visto, lo único que tienen de parecido es el nombre, porque luego cada uno tiene una función. Son productos complementarios, pero no intercambiables.
En Zoomedic, ponemos a tu disposición una amplia gama de soluciones, tanto en medicamentos veterinarios como en productos zoosanitarios, acompañadas siempre del asesoramiento profesional necesario para tomar las mejores decisiones.