No es ninguna sorpresa que haya gente sin saber qué es la parvo o parvovirus de los perros; entre tantas vacunas perrunas y visitas al médico, a uno se le ha podido olvidar detalles muy importante, y más aún si anda muy liado. Por eso, tanto si tienes un perro, piensas adoptarlo o solo por curiosidad, te damos la enhorabuena. El primer paso para poder prevenir y curar patologías es preguntar sobre ellas e informarse, sobre todo si se trata de una enfermedad de alta morbilidad y mortalidad.
En este artículo, queremos informar a todo tipo de público sobre qué es el parvovirus, sus síntomas, la prevención de esta patología y su cura. ¡Es hora de proteger a tu fiel compañero!
¿Qué es la parvo o parvovirus de los perros?
El parvovirus o parvovirosis canina es una de las enfermedades víricas más comunes entre los perros, sobre todo en perros cachorros. La parvovirosis es una enfermedad que se contagia vía oral y ataca a células en pleno crecimiento y reproducción, por lo que suele afectar los vellos tracto intestinales, a los glóbulos rojos e, incluso, al corazón.
Además, los perros cachorros, al tener un sistema inmunológico más débil, se convierten en un objetivo claro a atacar. De hecho, los casos más graves de parvovirosis canina está en cachorros menores de 6 meses, y si no se trata pronto
Síntomas y consecuencias de la patología
¿Cómo sabremos que nuestro perro está enfermo? Siendo muy cuidadosos al evaluar los siguientes síntomas y comprar un test de parvovirus para tu perro:
- Vómitos constantes, con elementos pastosos poco comunes de colores blancos, verdes e incluso sangrantes. Esto se debería a que el parvovirus, normalmente, ataca a las vellosidades intestinales del perro. Por lo tanto, se trata de una gastroenteritis hemorrágica viral.
- Sensación de decaimiento y hastío, acompañados de gemidos frecuentes.
- Fiebre muy alta (hasta los 41º)
- Jadeos, ojos secos y rojos, y problemas respiratorios.
- Problemas cardíacos o miocarditis, comunes entre los cachorros de 1 a 6 meses.
- Diarrea frecuente, normalmente sanguinolenta y maloliente (es muy fácil detectar este síntoma).
Las consecuencias de estos síntomas son la deshidratación aguda, ya que se hace muy difícil la toma de líquidos debido a la gastroenteritis. Además, los vómitos y diarrea sanguinolentos empeoran el mantenimiento del cuerpo en constante hidratación, por lo que se desperdician los minerales y el agua.
Tratamiento para el parvovirus canino
Al tratarse de un virus y no de una bacteria, el tratamiento se limita a paliar los síntomas e intentar que el perro se hidrate lo mejor posible a través de suero inyectado. Aunque se trate de una infección vírica, las zonas dañadas del cuerpo presentan un gran peligro de infectarse con bacterias, especialmente el intestino y el estomago. Por esa razón, siempre se administran pequeñas dosis de antibióticos, además, de aplicarse antisépticos y antidiarreicos para no entrar en coma.
A parte de estos cuidados, tu perro necesitará mucho cariño y una buena alimentación, ya que estará aislado de otros perros durante una temporada.
Prevención de la parvo en los perros
La infección vírica es inevitable; nada evita que nuestro perro contraiga la enfermedad. No obstante, puedes preparar el sistema inmunológico de tus cachorros gracias a una serie de vacunas que recomiendan los veterinarios y que, incluso, llegan a ser obligatorias en según qué regiones de España. Estas vacunas han dado muy buenos resultados y, aunque los síntomas puedan mantenerse, tu cachorro podrá recuperarse de manera más rápida.
Las vacunas indispensables para hacer frente patologías como el parvovirus son: la vacuna contra el parvovirus/distemper (PUPPY DP) a las 6 semanas; la primera vacuna polivalente (parvirosis canina, moquillo, hepatitis, leptospira, etc.) a las 8 semanas (DHP+L); otros refuerzos de la vacuna polivalente a las 12 y 16 semanas; y a los 6 meses, la vacuna contra la rabia y la leishmaniosis.