El virus de la lengua azul en ganadería es una enfermedad vírica y bastante común que afecta a los rumiantes, en especial a las ovejas, aunque también puede afectar a vacas, cabras y otros animales. Dentro de lo malo, no es una enfermedad contagiosa entre animales por contacto directo, pero sí transmitible a través de vectores, en concreto mosquitos del género Culicoides.
A pesar de no ser una zoonosis (es decir, no se transmite a los humanos), la lengua azul es una enfermedad grave, tanto por las consecuencias en la salud de los animales como por las restricciones comerciales que conlleva. En Zoomedic te explicamos en detalle qué es el virus, cómo se transmite, cuáles son sus síntomas y cómo puede prevenirse.
¿Qué es la lengua azul y cómo se transmite?
La lengua azul está causada por un virus del género Orbivirus, que proviene de la familia Reoviridae. Hay más de 24 serotipos distintos en distintas regiones europeas, incluida España. ¿Cómo se transmite? Pues muy fácil, con que les pique un mosquito infectado a uno de los animales, les vale. La época en las que más aparece este virus es en los meses más calurosos, ya que las poblaciones de Culicoides aumentan. Una vez infectado, el animal puede tener o no, en el caso de vacas y cabras suele ser asintomático.
Animales afectados por el virus de la lengua azul en ganadería
El virus puede afectar a varias especies, pero no todas presentan los mismos síntomas:
Ovejas
Son los animales más vulnerables, ya que la enfermedad tiene una evolución rápida, con una elevada tasa de mortalidad.
Bovino
Normalmente son los portadores. Aunque suelen tener síntomas leves o ser asintomáticos, pueden contribuir a la propagación del virus.
Cabras
Clínicamente hablando, son las menos afectadas, pero pueden participar en el ciclo de transmisión.
Fauna silvestre
Algunas especies, como ciervos, también pueden contagiarse y convertirse en reservorios naturales.
Síntomas de la lengua azul en animales
Los signos clínicos van variando según la especie y la virulencia del serotipo involucrado. Como ya hemos dicho, las ovejas son los animales más vulnerables y sus síntomas son: fiebre alta, inflamación de la cara y la lengua (a veces azulada, lo que da nombre a la enfermedad), dificultad para respirar y salivación excesiva, cojeras por inflamación en las extremidades, pérdida de apetito y producción, abortos o nacimientos de crías débiles.
Por otro lado, en el ganado vacuno y caprino, los síntomas son más leves que en ovejas, pero es verdad que a veces pueden producirse edemas, fiebre e incluso problemas reproductivos.
Diagnóstico del virus
Dejando aparte los síntomas obvios, el diagnóstico del virus de la lengua azul en ganadería se realiza mediante pruebas de laboratorio específicas. Entre las más comunes están:
- Pruebas serológicas: Detectan anticuerpos específicos contra el virus.
- Pruebas moleculares (PCR): Permiten identificar el material genético del virus, incluso en animales asintomáticos.
El diagnóstico precoz es fundamental para activar los protocolos de control y evitar la propagación de la enfermedad en zonas en las que no hay infecciones.
Prevención y control del virus de la lengua azul

No hay un tratamiento como tal para curar el virus, por lo que las estrategias de prevención son la herramienta principal para controlarlo. Estas incluyen:
Vacunación
El Ministerio de Agricultura de España lleva a cabo campañas de vacunación en las zonas infectadas o que están en riesgo, en especial en el caso de los serotipos que han producido brotes recientes. Estas vacunas son efectivas y seguras, ya que reducen la propagación del virus y la gravedad de los síntomas.
Control de vectores
Para reducir la población de Culicoides se pueden tomar medidas como:
- Evitar acumulaciones de agua donde se crían los insectos.
- Proteger a los animales en horas donde haya muchos mosquitos.
- Uso de repelentes y sistemas de ventilación adecuados en explotaciones.
Restricciones de movimiento
Durante los brotes, se pueden aplicar restricciones al movimiento de animales susceptibles, en especial desde zonas afectadas hacia zonas libres, para evitar la diseminación del virus.
Situación actual en España
España ha vivido varios brotes de lengua azul en los últimos años, lo que ha llevado a tener una protección muy alta: se han declarado zonas restringidas, establecido campañas de vacunación obligatoria y se han activado medidas sanitarias urgentes. Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha son algunas de las comunidades más afectadas a lo largo de la historia. Pero todo tiene una razón: el clima y la presencia del vector son los culpables.
Impacto económico y comercial
El virus de la lengua azul en ganadería no solo implica riesgos sanitarios, sino también pérdidas económicas por la disminución de la producción de carne, leche, lana, etc. También hay muchas pérdidas por la mortalidad de animales, costes de vacunación y control y restricciones al comercio interior y exportaciones.
Por ello, detectar cuanto antes el virus y cumplir con los planes de vacunación con clave para minimizar el impacto de la enfermedad. Sin duda, el compromiso de los ganaderos en seguir las recomendaciones oficiales es esencial si se quiere proteger la salud animal y la economía del sector.
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