Una de las enfermedades más comunes del ganado, que, además, presenta una alta tasa de morbilidad y causa esterilidad, es la brucelosis bovina. Esta enfermedad, contagiosa y zoonótica, no solo afecta al ganado y supone una amenaza para la producción, sino que también puede transmitirse a los humanos.
¿Qué es la brucelosis bovina?
La brucelosis es ocasionada por las bacterias del género Brucella que se clasifican como proteo bacterias diversas y que tienen pocas características comunes entre ellas. Estas se dividen en diferentes tipos y las que afectan a los animales terrestres son abortus, melitensis, suis, ovis, canis, neotomae y microti. En el caso de la brucelosis bovina, las especies abortus y melitensis son las que acarrean repercusiones en el ganado.
La membrana celular externa de la bacteria contiene antígenos en la superficie. En el caso del género abortus, el antígeno A es el principal responsable de la virulencia de la enfermedad.
¿Cómo se transmite la enfermedad?
La brucelosis bovina se transmite de animal a animal a través de una interacción directa o indirecta con especímenes enfermos o las secreciones de estos. ¿Pero cómo llega la enfermedad al organismo de los animales? Esto ocurre por la ingesta de alimentos o agua contaminada por la bacteria, presente en gran medida en los productos del parto y las secreciones uterinas.
Y es que los terneros recién nacidos son la principal fuente de infección y el ganado, normalmente, lame a sus crías cuando acaban de nacer. La transmisión también puede ocurrir a los terneros a través de la ingesta de calostro combinado de distintas vacas, estando alguna de ellas infectada.
Es muy poco probable que la brucelosis bovina se transmita por contacto sexual entre el ganado. Sin embargo, la inseminación artificial puede propagar la infección entre animales enfermos a sanos.
Las especies de Brucella son capaces de sobrevivir durante largos períodos de tiempo en el medioambiente (suelo y agua). También son resistentes a la congelación y descongelación, pero no sobreviven a los desinfectantes comunes ni a los procesos de pasteurización de la leche.
Se dice que la brucelosis bovina es un problema de salud pública porque repercute a los humanos. Nosotros podemos contagiarnos a través del consumo de leche o productos lácteos sin pasteurizar, pero también al estar en contacto con fluidos o tejidos de fetos abortados por el ganado infectado.
Factores de riesgo
¿Qué influye en el contagio de la brucelosis bovina? Estos son los factores de riesgo asociados:
- Edad. Los animales adultos tienen más tendencia a contagiarse que los jóvenes. Los animales sexualmente maduros o en gestación son más propensos.
- Sexo. Las hembras son más propensas que los machos, debido a los tejidos fetales.
- Tamaño del rebaño. Los rebaños grandes tienen más posibilidades de tener un animal infectado, además, las posibilidades de propagación aumentan por las interacción entre los animales del rebaño.
- Tipo de producción. El ganado lechero tiene más probabilidades de contagiarse que el ganado de carne.
¿Cómo interactúa la brucelosis bovina con los animales?
Como ya hemos adelantado, el género abortus de la bacteria es el más común. Cuando ingresa en el cuerpo, se multiplica y, cuando la hembra concibe, la bacteria se va expandiendo de forma masiva hasta producir el aborto. Pero, además del aborto, la bacteria llega a la glándula mamaria y continúa reproduciéndose en los alveolos y conductos, ocasionando la contaminación de la leche.
Mientras los animales no están en gestación, la bacteria se multiplica y se propaga por el ambiente a través de las secreciones y excreciones corporales.
¿Cuáles son los síntomas de la brucelosis bovina?
Los síntomas varían entre machos y hembras. En el caso de las hembras, el síntoma más evidente es el aborto y el nacimiento de crías débiles. Por otra parte, se reducen la fertilidad y la producción de leche. También pueden sufrir endometriosis y retención de membranas fetales.
Cuando se trata de los machos, entonces estos presentan orquitis y epididimitis en infecciones agudas. En el caso de que el trastorno sea crónico, entonces se presenta higroma. En las vesículas seminales se manifiesta una fase inflamatoria aguda, seguida por una etapa crónica en la que se forman áreas de necrosis. En consecuencia, los testículos se vuelven más pequeños.
¿Se puede prevenir la enfermedad?
La vigilancia y la prevención de los factores de riesgo son dos de los factores a tener en cuenta para evitar la enfermedad en el ganado. Lo más recomendable es vacunar al ganado bovino, caprino y ovino, así como realizar pruebas serológicas. Sin embargo, una de las maneras más eficientes de contribuir a prevenir la enfermedad es a través de la correcta desinfección de los establos.
Seguir protocolos de bioseguridad, que incluyen diferentes métodos y técnicas, son la forma más eficiente de prevenir la propagación de la brucelosis bovina. Como hemos adelantado, la bacteria puede sobrevivir durante varias semanas en el suelo y el agua, por lo que es fundamental realizar labores de higiene y desinfección que sean eficientes y que garanticen la salud del ganado.
